Avanzando en nuestra práctica de yoga con el ritmo de las estaciones vamos dejando atrás el letargo invernal para abrirnos a la energía de renovación de la primavera. Es una energía de exteriorización y de gran dinamismo que nos impulsa en nuestro proceso de autoconocimiento y de evolución en conciencia.
Decimos en Yoga que el cuerpo es el vehículo de la consciencia. Y, por eso, nuestra práctica consiste en explorar y afinar nuestro instrumento, el cuerpo, para descubrir a través de sus distintas dimensiones nuestra esencia o auténtica naturaleza.
En éste sentido, el sistema yóguico de chakras es una guía o un mapa simbólico que usamos para orientarnos en éste camino evolutivo y de transformación personal. Cada chakra nos trae una información y está asociado a un nivel de conciencia diferente.
Gracias a la fisiología moderna sabemos que los chakras situados a lo largo de la columna vertebral guardan una correspondencia con los siete principales plexos nerviosos y endocrinos que derivan de la médula espinal: plexo coxígeo, plexo sacro o esplénico, plexo celíaco o solar, plexo cardíaco, plexo faríngeo, plexo carotideo y córtex cerebral. Cada chakra o centro energético se construye en base a los anteriores.
Chakra, en sánscrito, significa rueda, torbellino. Y ésta rueda tiene una cualidad vibratoria. Cada chakra vibra en una frecuencia determinada y está en consonancia con un color, un sonido, se asocia a un elemento de la naturaleza, desarrolla unas cualidades psico-emocionales determinadas y rige distintos órganos y estructuras fisiológicas.
En los meses pasados vimos la importancia de la tierra y del agua. Si como persona estoy enraizada pero no fluyo, me seco. El fuego, 3er chakra es purificador, pero sin aire (4ªchakra) se apaga. A partir del cuarto chakra, punto central del sistema, dejamos los centros más instintivos para ascender y evolucionar hacia los centros propiamente humanos.
PLEXO SOLAR: El Fuego digestivo. Chakra MANIPURA, la joya brillante
Ahora estamos centrad@s en el tercer centro energético situado detrás del ombligo en la 3ª Lumbar (L3). Es la zona del plexo solar asociada al elemente fuego y al sistema digestivo con sus funciones nutritivas, digestivas, inmunológicas y anímico-emocionales. Se dice que éste sistema es un 2º cerebro. Una inteligencia fina y poderosa situada en el eje, en el centro de nuestro cuerpo. Sus glándulas y órganos principales son el páncreas, el hígado y la vesícula biliar. Para limpiarse los órganos necesitan compresión y descompresión. Por eso ahora estamos practicando asanas de inclinación lateral y de flexión para comprimir y expandir los órganos internos. Al comprimir expulsamos sangre del hígado, expulsando los tóxicos y cuando descomprimimos el hígado expandiéndolo la sangre entra a presión para depurarlo. La toxicidad a ese nivel nos puede generar malestar y agresividad. Por eso, en el plano emocional éste centro energético es muy sensible a la rabia y a la ira. Estar centrad@ tiene que ver con tener un sistema digestivo equilibrado.
A nivel psicológico tiene que ver en cómo nos relacionamos con nosotr@s mism@s. Es el centro de la autoafirmación. La autoestima. Lo importante aquí es la capacidad de elaborar un Yo sano, de tener un ego controlado. Desarrollar la capacidad de estar con un@ mism@ desde el reconocimiento y la comprensión de las propias heridas. Una vez hemos construido un ego fuerte en la infancia y en la adolescencia, en la edad adulta y como parte del proceso yóguico empezamos a desdibujarlo, no podemos hacer que desaparezca pero sí que podemos dejar de apegarnos y de alimentarlo para trascenderlo.
Tratak: Técnica de concentración
El sentido asociado al 3er chakra es el sentido de la vista. Para la Medicina China “los ojos son las ventanas del hígado”. La capacidad de ver depende directamente de la calidad y la cantidad de sangre del hígado. Utilizamos la llama de la vela para hacer Tratak que en sánscrito significa “fijar la mirada”. Desde la postura meditativa mirando la llama de la vela nos dejamos atraer por su parte más brillante dejando que nos envuelva. Incorporamos la respiración de manera que concentrad@s en su luz visualizamos que en cada exhalación nos acercamos al fuego y que en cada inspiración nos alejamos tomando conciencia que el parpadeo se interrumpe cada vez más. Si llegan pensamientos a nuestra mente los lanzamos a la llama en cada exhalación. Ésta técnica limpia los ojos y nos ayuda a calmar la agitación mental.
Tonificando el centro abdominal con el fitball, el balón grande de pilates…
Nos movilizamos por los chakras desde la fuerza enraizada del 1º y la creatividad del 2º hacia la acción purificadora del 3º. Como elemento novedoso y para alimentar la motivación nos hemos sentado en el fitball para realizar el calentamiento articular habitual y jugar con su base inestable para provocar constantes reajustes para mantener el equilibrio. Ésta actividad de re-equilibrio ayuda a fortalecer la musculatura profunda estabilizadora del cuerpo y mejora la propiocepción (consciencia corporal) y la actitud postural.
Practicamos también con el fitball la secuencia de asanas de pie para incrementar un poco más la intensidad, generar calor interno y mantener encendida la llama del entusiasmo con los guerreros y sus variantes.
El balón también nos está sirviendo para experimentar con él algunas de las asanas clásicas del yoga, incluso las relajantes y sedantes para terminar la sesión desde un lugar diferente más lúdico y divertido conectando con nuestr@ niñ@ interior.
En la postura de relajación llevamos la atención a la respiración baja en el vientre favoreciendo la secreción de hormonas del bienestar como la serotonina y las endorfinas.
Kapalabhati, la respiración de fuego
A través de éste pranayama estimulamos la respiración celular generando una sensación de calor en todo el cuerpo y favorecemos la elasticidad del diafragma a la vez que tonificamos los órganos internos que son masajeados. Después de la práctica de yoga kapalabhati nos ayuda a fijar el prana o energía vital almacenándola en los chakras o acumuladores de energía. Así pues los chakras pueden compararse a transformadores eléctricos ya que acumulan, manipulan, transforman y distribuyen la energía a través de los Nadis o canales energéticos principales.
Cita inspiradora:
“… serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que sí soy capaz de cambiar
Y sabiduría para discernir la diferencia.”
Reinhold Niebuhr
Namasté
Eva Domènech